¿Una conferencia para seguir sin aplicar las leyes anti-disruptores endocrinos? #EUEDC

01 Jun 2015

Hoy se celebra en Bruselas la Conferencia de la UE sobre Disruptores Endocrinos (contaminantes hormonales o EDC) que dará un avance de los resultados del estudio realizado por encargo de la Comisión Europea sobre el impacto socioeconómico que tendría la prohibición de los EDC según qué criterios se utilicen para definirlos.

La Comisión Europea estaba obligada a tener en 2013 los criterios para definir la lista de contaminantes hormonales (EDC) que están prohibidos de forma general en los reglamentos de plaguicidas y biocidas. Sin embargo, cediendo a las presiones de la industria, la nueva Comisión Europea paralizó el proceso y encargó el estudio de impacto socioeconómico del que hoy se ofrece un avance, pese a disponer desde 2013 de una propuesta de criterios realizada por el Centro de Investigación Común (JRC).

Ahora sabemos, gracias a una investigación del Observatorio Europeo de las Corporaciones, que las presiones de la industria química no solo están encaminadas a obstruir el proceso de regulación de los contaminantes hormonales en Europa, sino que esperan que estas sustancias químicas peligrosas nunca lleguen a regularse de forma efectiva si se llega a firma el TTIP, el tratado comercial entre Estados Unidos y la UE.

La jornada de hoy (de 10 a 17 horas) se puede seguir en directo a través de esta página de la Comisión Europea y a través de Twitter mediante la etiqueta #EUEDC. Os animamos a participar con esta etiqueta en las redes sociales y a hacer llegar a la Comisión Europea vuestra preocupación por que se antepongan los intereses económicos de los fabricantes de cosméticos, de pesticidas y de plásticos, a la protección del medio ambiente y de la salud.

Ya hemos visto como se han encontrado contaminantes hormonales en productos de uso tan cotidiano como las bolsas de palomitas para microondas o en algunos mordedores de plástico para bebés. Cerca de 500 sustancias químicas, de las más de 140.000 que se comercializan en Europa, deben ser reconocidas como disruptores endocrinos y evitar su uso en pesticidas, biocidas y productos de uso cotidiano. Para informaros mejor sobre los contaminantes hormonales, y su relación con el aumento de enfermedades relacionadas con el sistema hormonal, podéis visitar nuestra guía sobre los EDC.

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