Europeos contra el glifosato. Sus beneficios, nuestro cáncer.

Acción hoy en Bruselas

Acción hoy en Bruselas

La coalición EDC Free, a la que pertenece Ecologistas en Acción, junto con Greenpeace y Wemove.EU se manifiestan hoy, en Bruselas, contra la continuidad del glifosato en nuestro entorno otros 15 años más.

Los manifestantes, reunidos frente al Comité donde se votará la reautorización del glifosato, han hecho entrega a los representantes de los Estado Miembro de las 174.000 firmas recogidas contra el herbicida, así como de cerveza, pan y uvas, todos ellos productos habitualmente contaminados con glifosato.

 

La oposición ciudadana está dando frutos

La oposición ciudadana contra el glifosato está haciendo que su reautorización se le complique a la industria pesticida, al obligar a que sus representantes se opongan en la votación de hoy. A Suecia, Francia y Holanda, que mostraron su oposición la semana pasada, se les suma Italia esta misma mañana(link).

Esta oposición hace que la Comisión pueda retrasar la votación e incluso reformular su propuesta. De hecho, el Comisario Andriukaitis, cambió la semana pasada la versión mantenida durante meses, para admitir que cabe la posibilidad de que se reduzca el plazo de reautorización de los 15 años iniciales a 8 o 10 años. También admite que la Comisión se plantea la prohibición de ciertos coadyuvantes (sustancias que acompañan al principio activo y pueden aumentar la toxicidad de la mezcla) y exigir a los Estado Miembro que realicen biomonitorización en la población, cambios impensables hace sólo unos días.

 

Lo tenemos en nuestro cuerpo

El glifosato entra a nuestro cuerpo a través de los alimentos y el agua. Cada vez son más los estudios que evidencian su presencia en alimentos: se encuentra en el 100% de la cerveza alemana (ver post), en el pan, en la carne, en la fruta…

Un estudio de reciente de Heinrich Böll Foundation muestra restos de glifosato en el 99,6% de los 2.009 personas estudiadas, dándose los valores más altos en los niños de cero a 10 años. El 75% de la población alemana tiene en la orina niveles cinco veces mayores que el límite legal permitido en agua y un tercio de la población tiene límites muy superiores, entre diez y 42 veces mayores al límite máximo permitido.

Estos datos son graves, ya que este herbicida es un disruptor endocrino además de probable cancerígeno, según la Agencia Internacional de la Investigación sobre el cáncer. Por eso, el objetivo es eliminarlo de nuestro entorno.

(Ver post de la denuncia)

 

 

 

 

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