Una investigación muestra los beneficios para la salud de la cosmética saludable

Skin cream and beauty flower

Utilizamos una media de 9 productos cosméticos al día, muchos de ellos con sustancias peligrosas que penetran en el cuerpo y pueden causar daños a la salud a largo plazo. Un estudio muestra que tras sólo tres días utilizando productos de higiene libres de estos tóxicos, la contaminación de nuestro cuerpo se reduce drásticamente.

Champús, geles de baño, desodorantes, dentífricos, cremas corporales, colonias o maquillaje forman parte de nuestra rutina de higiene diaria. Estos productos de cuidado personal se fabrican con unas 10.500 sustancias químicas diferentes, algunas de las cuales son contaminantes hormonales o disruptores endocrinos, que impiden el correcto funcionamiento de nuestras hormonas.

Según la asociación de prevención del cáncer de mama Breast Cancer UK estos contaminantes, al imitar el funcionamiento de los estrógenos, pueden estimular el crecimiento de células mamarias dañadas e incrementar la posibilidad de mutaciones que generen un cáncer de pecho. Además, numerosas investigaciones científicas los señalan como posibles causantes de otros daños en la salud como infertilidad, autismo, diabetes u obesidad.

Los principales disruptores endocrinos utilizados por la industria cosmética son los ftalatos, los parabenos, el triclosán y compuestos de Aluminio.

Los ftaltos se utilizan en la mayoría de los productos de higiene para fijar fragancias, mantener el color o impedir que el alcohol de los perfumes pueda beberse. España presenta una  “exposición generalizada y continuada a los ftalatos”, según el estudio de biovigilancia del programa europeo DEMOCOPHES, desarrollado por el Área de toxicología ambiental del Centro Nacional de Sanidad Ambiental. Más del 96% de las parejas de madre-hijo analizadas tienen restos de 11 metabolitos de ftalatos en su orina, en una concentración por encima de la media europea.

Aunque el estudio indica que la concentración está por debajo de los valores guía basados en efectos en la salud, es importante remarcar dos puntos: primero, que la concentración es especialmente elevada en los niños, que junto a las mujeres embarazadas, constituyen el mayor grupo de riesgo frente a los efectos de estos tóxicos. Y segundo, que para los disruptores endocrinos no hay una concentración segura, cualquier mínima concentración puede generar daños.

Un cambio en el tipo de productos reduce la cantidad de contaminantes hormonales drásticamente

Sólo con utilizar durante 3 días productos cosméticos sin contaminantes hormonales como ftalatos, parabenos o triclosán genera una drástica reducción en el contenido de estos tóxicos en el cuerpo, según la siguiente investigación realizada por la Universidad de California, Berkeley y la Clínica Salud del Valle Salinas, publicada en marzo en la revista Environmental Health Perspectives.

Las participantes del estudio cambiaron durante tres días sus productos de higiene habitual por otros sin esos contaminantes. Entre las muestras de orina antes y después de la prueba se encontraron reducciones de 27% de ftalatos, 45% de parabenos y 36% de triclosán, utilizado en jabones antibacterianos y algunas marcas de pasta de dientes. 

Contaminantes hormonales habituales en productos de higiene

Además de los ftalatos, estos son algunos de los contaminantes hormonales que se pueden encontrar en cualquier producto cosmético no saludable.

Parabenos: Han sido relacionados con el cáncer de mama aunque la industria los utiliza ampliamente para conservar los champús, geles y cremas corporales. Son fáciles de identificar en los ingredientes buscando la terminación «parabeno», por ejemplo metilparabeno, etilparabeno, propilparabeno y butilparaben.

Triclosan: Utilizado para impedir el crecimiento de bacterias en jabones y en algunos desodorantes y dentífricos.

Aluminio: El clorhidrato y el cloruro de aluminio son contaminantes hormonales utilizados en desodorantes antitranspirantes, barras de labios y algunas pastas de dientes. Existe evidencia científica que los relaciona con el cáncer de mama.

Consejos para reducir la exposición a estos contaminantes hormonales

Lo más sencillo es comprar (o hacer) productos de origen natural, ya que la mayoría de estos contaminantes son sustancias sintéticas derivadas del petróleo. Cada vez existen más marcas que garantizan el origen natural de sus ingredientes y la ausencia de ftalatos, parabenos y otros contaminantes. Además, no son más caras que otras marcas con estas sustancias.

También, evitar los productos con fragancia, como comentamos en el post «Fragancias tóxicas».

Además, la organización Environmental Working Group tiene una base de datos online en la que se puede comprobar la seguridad de más de 60.000 productos:

EWG Skin Deep Cosmetics Database

 

 

Artículos relacionados