Una sentencia obliga a hacer pública la "información confidencial" sobre plaguicidas

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El Tribunal de Justicia Europeo sentencia que el derecho de la población a conocer la información ambiental de los pesticidas supera al derecho de la industria a mantener la confidencialidad de sus productos.

Con dos sentencias del 23 de noviembre, el Tribunal de Justicia de la UE rechaza que la industria utilice el secreto comercial como excusa para mantener en secreto información sobre sus productos plaguicidas emitidos al medio ambiente. Según el Tribunal:

«Cuando una persona pida acceso a información ambiental, el concepto de información sobre emisiones al medio ambiente cubre, entre otras cosas, información concerniente a la naturaleza y efectos de la liberación de un pesticida en el aire, agua, suelo o plantas»

Uno de los dos casos que revisa la sentencia comenzó en 2013, cuando la Red de Acción contra los Pesticidas (PAN Europe), socia europea de Ecologistas en Acción en la lucha contra los disruptores endocrinos y Greenpeace Holanda solicitaron a la Comisión Europea la información ambiental presentada por la industria para la autorización de glifosato, el herbicida más utilizado en el planeta tanto en agricultura como en el cuidado de zonas verdes.

La Comisión aseguró el acceso a la mayoría de la información pero no publicó una parte del informe, alegando que desvelar la información sobre la composición y el proceso de fabricación de los productos vulneraría el derecho intelectual de las empresas productoras de glifosato.

Las dos organizaciones llevaron el caso al Tribunal, que ha decidido que esa parte del informe contiene información sobre emisiones al medio ambiente, por lo que la Comisión no puede invocar el secreto comercial o industrial para negar el acceso.
Esta denuncia se une a la presentada por una asociación holandesa protectora de las abejas contra Bayer por la misma razón, no querer desvelar información sobre productos pesticidas alegando, de nuevo, secreto comercial e industrial.
Esperamos que estas sentencias sienten un precedente que ayude a aumentar la transparencia sobre los estudios de plaguicidas. Es intolerable que se niegue a la población el derecho a conocer qué sustancias se están liberando en el medio ambiente.

 

 

 

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