Encuentran tóxicos disruptores hormonales y cancerígenos prohibidos en envases alimentarios

Los envases que protegen nuestros alimentos pueden ser también una fuente de sustancias tóxicas. Así lo demuestra una nueva investigación que ha encontrado 10 sustancias de «muy alta preocupación» según la normativa REACH europea por sus propiedades cancerígenas, disruptoras hormonales o tóxicas para la reproducción en envases de alimentos. 

Imagen de fazyluckers.com

La investigación, publicada recientemente en la revista Packaging Technology and Scienceha desvelado que los envases alimentarios europeos contienen 10 sustancias de alta preocupación (SVHCs por sus siglas en inglés) que figuran en el Anexo XIV del Reglamento Europeo de Sustancias y Preparados Químicos (REACH) y que, por tanto, deberían eliminarse por su alta toxicidad. En concreto se trata de cuatro ftalatos (DiSP, DBP, BBP, DEHP) que los Estados miembros reconocieron como disruptores endocrinos humanos en febrero de 2017, dos aminas aromáticas primarias (PAA), tres moléculas halogenadas y un disolvente a base de éter.

Los tóxicos pasan de los envases a nuestros alimentos

La preocupación de que estas sustancias tóxicas sigan utilizándose en materiales que están en contacto con alimentos, como papel o cartón, es que pueden contaminarlos por un proceso denominado «migración«: los tóxicos pasan del envase a los alimentos y de ahí son ingeridos, sumándose al cóctel de sustancias tóxicas, de efectos desconocidos, al que nos exponemos en la actualidad.

Se ha demostrado que cinco de las 10 sustancias encontradas en los envases  – cuatro ftalatos (DiBP, DBP, BBP y DEHP) y una amina aromática primaria (MDA) – son capaces de migrar a alimentos. Estas sustancias químicas se han identificado como SVHC debido a la toxicidad para la reproducción, sus propiedades carcinógenas y disruptoras del sistema hormonal.

Además, la migración aumenta con el calor o las ondas electromagnéticas del microondas, como explicamos para el caso de las botellas de agua de plástico o del teflón de las sartenes. Por suerte, existen consejos a nivel de uso que pueden reducir nuestra exposición.

La Comisión Europea debe revisar la normativa de envases

A raíz de un informe muy crítico del Parlamento Europeo, la Comisión Europea ha anunciado que revisará las normas que regulan los productos químicos permitidos en los materiales en contacto con los alimentos. También ha publicado un estudio detallado de los numerosos problemas causados por la falta de normas adecuadas para materiales como el papel, el cartón y las tintas utilizadas para imprimirlos.

La Comisión acepta que aunque el Reglamento marco europeo para los materiales en contacto con alimentos incluye un requisito general de seguridad en relación con la salud humana, sólo algunos materiales, como los envases de plástico, tienen procesos específicos para aprobar el uso de productos químicos.

Es decir, para algunos materiales muy utilizados en los envases alimentarios, como el papel, el cartón, las tintas, los revestimientos y los adhesivos no existen normas armonizadas a nivel de la UE, sino únicamente leyes nacionales, con una rigurosidad muy variable de un estado a otro. Tampoco hay una normativa europea para los materiales utilizados en revestimientos de latas, como el Bisfenol-A, un potente disruptor endocrino.

La Unión Europea debe tener una única normativa que determine qué materiales pueden utilizarse en los envases de alimentos, evitando tóxicos que sean disruptores endocrinos. También es fundamental que exista coordinación entre la principal ley de productos químicos de la UE, el Reglamento REACH y las leyes europeas sobre los productos químicos permitidos en materiales en contacto con alimentos.

*REACH incluye un proceso para identificar los productos químicos con propiedades de muy alta preocupación (SVHC), para alentar a que estos productos químicos sean eliminados y reemplazados por alternativas más seguras.

 

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