Amenazas para la salud del CETA: el ejemplo de los disruptores endocrinos

17 May 2017

El tratado de nueva generación CETA pretende acabar con las barreras no arancelarias, como la normativa de los disruptores endocrinos, que dificultaría las transacciones comerciales de Canadá con Europa.

La ratificación de este tratado de Libre Comercio proporcionaría a las corporaciones herramientas para evitar nuevas regulaciones de sustancias tóxicas en la UE y bloquear o dilatar el desarrollo de la normativa existente.

CETA contra la regulación de disruptores endocrinos

El CETA y la prohibición de los disruptores endocrinos

El ejemplo claro de que la regulación de tóxicos le resulta incómoda a Canadá es que ya ha protestado más de 20 veces contra el Reglamento que regula la comercialización de sustancias químicas en la UE (REACH) en el Comité de Barreras Técnicas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

También se ha reunido y escrito en varias ocasiones a la Comisión Europea, además de presentar comentarios en las consultas publicas sobre contaminantes hormonales.

Su presión, junto a la de EEUU, Argentina y las grandes multinacionales, que emplean estos tóxicos en sus productos, ha conseguido retrasar la regulación de los disruptores endocrinos casi 4 años.

Los disruptores endocrinos, también llamados contaminantes hormonales o EDC, alteran el sistema hormonal, ya sea interfiriendo en la producción de hormonas, en su acción o en su metabolismo. Derivadas de esta alteración, se pueden producir enfermedades al alza en Europa, como daños a la reproducción, cáncer, daños al desarrollo neurológico y problemas metabólicos (obesidad y diabetes). Su coste sanitario en la UE se estima en un mínimo de 160.000 millones de euros al año.

A pesar de la gravedad de estas dolencias, los disruptores endocrinos se encuentran en productos de consumo habitual, incluyendo cosméticos, plásticos, tejidos y pesticidas.

Europa está en pleno proceso de regulación de estas sustancias tóxicas, que el Reglamento europeo de pesticidas prohíbe debido a que considera que no existe un límite de exposición seguro a estas sustancias.

Para prohibir los disruptores endocrinos, la Comisión debe definir unos criterios que identifiquen qué sustancias se consideran disruptores endocrinos. Esta decisión puede tomarse en el Comité de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos que se está celebrando estos días.

Las victorias del CETA son pérdidas en salud

Canadá, al igual que la industria de plaguicidas, quiere evitar la prohibición en Europa de sustancias activas que fabrican sus empresas (glifosato) o utilizan sus agricultores y cuyos residuos se encuentran en los alimentos y piensos que exportan a Europa.

La presión canadiense ha conseguido que la Comisión Europea:

  • Retrase más de 3 años la aprobación de los criterios de regulación de disruptores endocrinos
  • Proponga un nivel de evidencia irrazonablemente elevado para considerar una sustancia como disruptor endocrino, con lo que muy pocas sustancias serán reguladas.
  • Cree excepciones a la norma que permitan el uso continuado de pesticidas

Si se aprueba el CETA, Canadá podrá denunciar a la UE si considera que nuestros estándares ambientales crean una barrera injustificada al comercio. Sin embargo, la UE no podrá denunciar a Canadá por tener una normativa menos protectora.

Pero no queda ahí todo, el mecanismo de cooperación reguladora del tratado:

  • Obliga a la UE a consultar a Canadá antes de adoptar nueva normativa y permite a Canadá pedir que se retrase la entrada en vigor. Así puede bloquear la regulación de nuevas sustancias tóxicas.
  • Establece un Comité Conjunto con poder para determinar si considera equivalentes la normativa de pesticidas de ambas zonas, saltándose los procesos existentes en la EU.

En definitiva, la aprobación del CETA dificultará que Europa mantenga unos estándares de protección de la salud y el medio ambiente más elevados. 

Reacción en España

El Congreso español debe defender a España de la desposesión que supone la ratificación del acuerdo CETA.

El Congreso decide hoy si envía este acuerdo de libre comercio al Constitucional. 

En la sesión «Los múltiples peligros del Acuerdo Económico y Comercial Global» organizada por la Campaña No al TTIP, CETA, TiSA en el Congreso de los Diputados, la Dra. Dolores Romano, de Ecologistas en Acción, explica los riesgos para la salud y el medio ambiente que podrían derivarse de la ratificación del CETA, en particular en lo referente a los disruptores endocrinos.

Dolores Romano explica los peligros derivados de la ratificación del CETA

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