«Ríos Hormonados» inicia una investigación de la Fiscalía por daños al medio ambiente

El informe de Ecologistas en Acción Ríos hormonados, amplia presencia de plaguicidas disruptores endocrinos en los ríos españoles ha generado un gran impacto en los medios de comunicación y en los habitantes. Asimismo, los graves resultados de contaminación en la Cuenca del Júcar han motivado la apertura de diligencias por parte de la Fiscalía Provincial de Valencia.

Muchos medios de comunicación han recogido los resultados del informe «Ríos hormonados». El último ha sido el blog Última Llamada, que recoge un artículo de la autora de la investigación, Dolores Romano.

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El problema: 47 plaguicidas distintos

La investigación de Ecologistas en Acción descubre la presencia en las aguas de nuestros ríos de 47 plaguicidas tóxicos, de los cuales 35 están prohibidos y 26 son sustancias capaces de alterar el sistema hormonal (disruptores endocrinos).

Se trata de datos oficiales de los 10 organismos de cuenca que han proporcionado sus analíticas (de un total de 17).

El origen del problema está en la enorme dependencia que tiene la agricultura española del uso de plaguicidas tóxicos (España es líder europea en el consumo de pesticidas, con más de 78.800 toneladas consumidas en 2014).

Soluciones

La solución pasa por un cambio en la forma de producir alimentos.

Este cambio no va a ser rápido, ni fácil, porque será necesario cambiar hábitos de trabajo que se han instaurado durante décadas, en las que las y los agricultores no han recibido ninguna información sobre los problemas para su salud o el medio ambiente que plantean los pesticidas (ningún agricultor quiere que sus productos sean peligrosos).

Por desgracia, en caso de problemas en las cosechas, los puntos de información habituales han sido las cooperativas, muchas de las cuales también son comercializadoras de plaguicidas por lo que la información ha tenido siempre un sesgo con graves consecuencias, en primer lugar para los usuarios de estas sustancias.

Las administraciones deben dar a las y los agricultores toda la información sobre los pesticidas y sobre la viabilidad de las alternativas a su uso.

La solución pasa por un control en el uso de plaguicidas

Además de informar, las administraciones deben controlar qué sustancias se emplean en los campos e investigar la enorme presencia de plaguicidas prohibidos que muestra el informe «Ríos hormonados» ¿se usan ilegalmente estos pesticidas? ¿hay residuos desconocidos en algún punto?

Un buen ejemplo lo da la Fiscalía Provincial de Valencia que al conocer los datos de «Ríos hormonados« en la cuenca del Júcar ha incoado diligencias, como demuestra la siguiente carta remitida a la organización ecologista.

El «estado de alarmante contaminación» se refiere a los resultados en la cuenca del Júcar, la más contaminada con un cóctel de 34 de
los 57 plaguicidas analizados en 2016, 22 de ellos prohibidos y 21 posibles disruptores endocrinos.

El cambio a otro tipo de agricultura en posible

Otra forma de producir los alimentos es posible, como atestiguan países como Dinamarca y Francia .

Dinamarca consiguió reducir el uso de plaguicidas en un 40% en tan sólo 4 años (de 2011 a 2015). Por su parte, Francia ha puesto en marcha un plan para reducir a la mitad el uso de plaguicidas para el año 2025.

España necesita un plan de choque que consiga reducir el uso de al menos un 50% de los plaguicidas en los próximos 10 años, mediante la formación e información de los agricultores y de la ciudadanía y el impulso de la agricultura ecológica.

Frente al modelo industrial y globalizado de agricultura, que pone en riesgo el medio ambiente y la salud, se hace cada vez más urgente un cambio de rumbo hacia un sistema agroecológico respetuoso con la vida.

 

 

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