Los analgésicos pueden afectar la futura fertilidad del bebé

19 Abr 2018

Una investigación reciente concluye que tomar analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol durante el embarazo puede afectar la fertilidad del bebé en la vida adulta.

El estudio de la Universidad de Edimburgo, publicado en la revista Environmental Health Perspectives, descubrió que estas drogas pueden afectar la fertilidad de las futuras generaciones, al dejar marcas en el ADN.

Reducción de la fertilidad masculina y femenina

El estudio analizó los efectos de la exposición del feto a paracetamol e ibuprofeno analizando tejidos de testículos y ovarios fetales humanos.

La exposición a cualquiera de los dos analgésicos redujo el número de células germinales que dan lugar a los espermatozoides y óvulos.

La exposición in vitro de tejido de los testículos fetales humanos a paracetamol redujo en un 28% el número de células productoras de esperma. El ibuprofeno produjo una reducción del 22%.

La reducción en las células germinales de los ovarios es aún mayor. Los ovarios expuestos a paracetamol  sufrieron una reducción del 43% de sus células germinales, cantidad que asciende hasta el 49% en el caso del ibuprofeno.

Como las niñas producen todos sus óvulos en el útero materno, nacer con un número reducido podría llevar a una menopausia temprana y afectar a su fertilidad y a la fertilidad de generaciones posteriores.

Aquí puede verse el estudio publicado en Environmental Health Perspectives y financiado por el Medical Research Council, Wellcome y la Sociedad Británica de Endocrinología y Diabetes Pediátrica.

Efectos en 3 generaciones

La exposición a paracetamol o acetaminofén y al ibuprofeno activa mecanismos en la célula que producían cambios en la estructura del ADN llamados marcas epigenéticas.

Las marcas se pueden heredar, lo que ayuda a explicar cómo los efectos de los analgésicos en la fertilidad pueden transmitirse a las generaciones futuras.

disruptores endocrinos afectan a 3 generaciones

La modificación epigenética (cambio en la expresión de los genes) es uno de los efectos de muchos disruptores endocrinos. De ahí su potencial para dañar el sistema hormonal de 3 generaciones.

Los disruptores endocrinos pueden afectar a 3 generaciones, la expuesta, sus hijas e hijos y sus nietas y nietos. 

Así, los contaminantes hormonales presentes en alimentos, cosméticos, muebles y también en algunos medicamentos, pueden afectar, en primer lugar, a la persona directamente expuesta (F0 en la imagen).

Es más conocido el grave efecto de los disruptores endocrinos en el feto (F1). En esta etapa el sistema hormonal orquesta el desarrollo del cuerpo del bebé, por lo que un «error» en el funcionamiento del sistema puede causar daños irreversibles, desde malformaciones hasta daños que pueden verse años después de la exposicón.

Tal vez lo más desconocido sea que la siguiente generación (F2) también pueda tener alteraciones relacionadas con los contaminantes hormonales.

Estos efectos dilatados en el tiempo y multigeneracionales deben ser tenidos en cuenta por Europa a la hora de legislar de forma estricta la exposición a contaminantes hormonales.

Descenso de la fertilidad en 40 años

Los daños a la fertilidad ya se están produciendo.

Un buen indicador es la evolución de la fertilidad masculina: en occidentales, el número total de espermatozoides se ha reducido en un 59,3% entre 1973 y 2011.

Gráficas del Dr. Hagai Levine, autor del meta-análisis sobre la disminución del número de espermatoziodes de 1973 a 2011

La reducción de la fertilidad masculina es solo uno de los múltiples daños a la salud relacionados con los disruptores endocrinos. Pero es un daño más inmediato que sirve como indicador del efecto de estos tóxicos ambientales.

Las autoridades deberían hacer caso de estas señales para legislar y prohibir los disruptores endocrinos.

 

Artículos relacionados