España plagió a la industria Syngenta para autorizar un pesticida

26 Dic 2018

Una investigación periodística destapa cómo las autoridades españolas plagiaron párrafos enteros de la industria Syngenta para la renovación de uno de sus plaguicidas, el tiabendazol, de uso sobre frutas y verduras.

Plagio a Syngenta

Un equipo de periodistas del periódico digital alemán BR ha descubierto cómo la industria de pesticidas habla por boca de las administraciones, que copian en sus informes de autorización párrafos enteros de los informes enviados por las propias industrias fabricantes.

El descubrimiento se ha producido tras someter los textos de administraciones e industria a un programa de comparación de contenidos similar al que utilizan las universidades para evitar los plagios. Los periodistas han destapado el plagio de frases y párrafos enteros en 25 procedimientos de autorización o de renovación de sustancias activas para plaguicidas en toda Europa.

En España, la investigación ha descubierto que el Ministerio de García Tejerina copió literalmente hasta 1.300 frases y párrafos de Syngenta, productora del fungicida Tiabendazol, para elaborar el informe de 400 páginas en el que se basó la renovación de uso del fungicida en Europa por 15 años (hasta el 2032).

plagio fungicida cítricos

El fungicida cuyos datos fueron plagiados, el tiabendazol, se utiliza en cítricos

Según la investigación periodística, el Ministerio de Medio Ambiente copió al 100% frases y párrafos de la documentación presentada previamente por Syngenta ante la Unión Europea para solicitar la renovación.

El análisis de similitudes muestra una coincidencia superior al 70% en 1.301 frases o párrafos a lo largo de 400 páginas, lo que arroja un promedio de más de tres por hoja.

La magnitud de «copia pega» y el hecho de que muchos de estos plagios se produzcan en los párrafos referidos a los efectos sobre la salud del tóxico ponen en seria duda la validez del análisis realizado por las autoridades, imprescindible para pesticidas que tienen riesgo tanto para la salud como para el medio ambiente.

Usos y riesgos del tiabendazol

El tiabendazol es un fungicida que se rocía sobre frutas y otros productos hortícolas. Es, además, un producto empleado en cremas de tratamiento para la piel.

Según los datos del 2015 de la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición, el tiabendazol se detectó como residuo en limones, mandarinas, naranjas, peras, plátanos, berenjenas, cebollas y lechugas producidas en España.

Los productos fabricados con tiabendazol pueden causar daños en su uso, algo que reconoce el Ministerio de Agricultura al limitarlo.

En el caso del Tecto 500, utilizado sobre frutas y cítricos, su uso se limita a aplicadores profesionales porque “puede provocar una reacción alérgica en la piel” y por entrañar “riesgos para las personas y el medio ambiente”, entre ellos el de resultar “muy tóxico para los organismos acuáticos, con efectos duraderos”.

A los cítricos se aplica Neozil 10, cuyo contacto “provoca lesiones oculares graves” y “se sospecha que provoca cáncer”. Aunque desconocido para la mayoría de los consumidores, el Ministerio recomienda incluir en las cajas de los cítricos una etiqueta con el texto: «Frutos tratados con protección fungicida de Imazalil» para advertir de su presencia.

Los pesticidas, de los que España sigue siendo primera consumidora europea, tienen efectos sobre la salud y el medio ambiente graves.

Las autoridades deben analizar de forma transparente los posibles riesgos de los pesticidas. No deben dar por buenos ni copiar los datos de la propia industria que los fabrica.

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