Prohibición de microplásticos en cosmética, higiene y productos agrícolas

04 Feb 2019

Un reciente estudio del Reino Unido ha encontrado microplásticos en todos los mamíferos marinos que examinaron. Europa debe eliminar los microplásticos añadidos intencionadamente a cosméticos, detergentes, pinturas, fertilizantes y pesticidas, tal y como propone la Agencia Europea de Sustancias Químicas y que equivalen anualmente a 10 mil millones de botellas de plástico.

Un estudio publicado en la Revista Nature ha encontrado microplásticos en todos los 50 mamíferos marinos varados a lo largo de la costa británica, incluidos delfines, marsopas, focas grises y un cachalote pigmeo.

Una de las fuentes de esta peligrosa contaminación son los microplásticos añadidos intencionadamente a productos de consumo, lo que nos lleva a preguntarnos ¿por qué los añaden a los productos? ¿Y cuándo los prohibirán?

¿Por qué añaden microplásticos a los productos?

En algunos cosméticos y productos de higiene como pastas de dientes, geles o cremas anti-arrugas los microplásticos se utilizan como exfoliantes y para dar textura.

Puede que no sepas que los estás utilizando porque aparecen en los ingredientes por sus nombres en inglés (código INCI): polyethylene (polietileno), polypropylene (polipropileno), polyethylene terephthalate o polymethyl methacrylate, entre otros.

La principal razón para el uso de microplásticos es su coste, muy inferior al de las alternativas, como los exfoliantes naturales.

Este vídeo de 2 minutos, titulado «Historia de las microesferas», explica cómo los microplásticos que se van por el desagüe acaban volviendo a tu boca.

Vídeo de «Proyecto historia de las cosas«. Puedes activar los subtítulos en castellano en el menú «configuración» del vídeo.

Microplásticos, macrocontaminación

36.000 toneladas de microplásticos añadidos intencionadamente a productos de consumo acaban anualmente en el medio ambiente, según la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA por sus siglas en inglés).

La escala del problema es dramática: equivale a un tamaño seis veces superior al del Gran Continente de Basura del Pacífico, o a la contaminación plástica generada por 10 mil millones de botellas de plástico, según la propia agencia.

Y estas cifras se refieren sólo a los plásticos añadidos por la industria a los productos de consumo. Es decir, es una contaminación que se suma a las toneladas de microplásticos procedentes de la degradación de plásticos mayores.

Los microplásticos actúan como esponjas que atraen tóxicos. ¡Pueden ser hasta un millón de veces más tóxicos que el agua que les rodea!

Vídeo «Historia de las microesferas» de Stuff of things

Un ejemplo de tóxicos a los que atraen son los disruptores endocrinos, sustancias que afectan al sistema hormonal. Adheridos a los microplásticos, los contaminantes hormonales entran en la cadena alimenticia y vuelven a nuestros cuerpos (ya se han detectado en el intestino humano).

Prohibición no inmediata

La Agencia de Sustancias Químicas Europea (ECHA) ha presentado propuestas para restringir los microplásticos como ingredientes en los productos, de acuerdo a las normas químicas europeas REACH.

Las propuestas se someterán a una consulta pública a finales de marzo y a una evaluación de los comités de la ECHA. Después la Comisión tomará una decisión final que se espera para principios de 2020.

Pero la Agencia de Sustancias ha previsto un calendario para las prohibiciones, en función a la dificultad que supone la eliminación a los fabricantes.

Las «microesferas» utilizadas en cosméticos y detergentes, podrían prohibirse de inmediato (la industria ya se había comprometido a eliminarlas en 2020).

Sin embargo, los detergentes y las ceras con otros tipos de microplásticos tendrán un período de cinco años para su eliminación.

Los fabricantes de fertilizantes «de liberación controlada» tendrán entre 5 y 10 años para eliminar los microplásticos. Los fabricantes de pesticidas «en suspensión de cápsulas» que presentan la sustancia activa recubierta de plástico, formando micro cápsulas tienen 5 años para su eliminación.

Por desgracia, los microplásticos suponen un problema ambiental y de salud pública que requiere una actuación inmediata. Permitir que los sigan añadiendo a los productos durante 10 años más es inaceptable.

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