El 37% de los envases de plaguicidas quedan abandonados en la naturaleza

El 37% de envases de plaguicidas, unas 3.000 toneladas en 2020, siguen dañando la naturaleza abandonados en vertederos, ríos o cunetas.

Miles de toneladas de residuos abandonadas

En la página de SIGFITO (algo así como el ECOEMBES de los envases agrarios) se alegran de que han gestionado el 63% de los envases de plaguicidas en 2020. Lo que no comentan es que esto implica que el 37% restante no han sido gestionados. Esto, según sus propios datos, supone un total de 2.983 toneladas de envases «desaparecidas» en el 2020. Que se suman a las 2.915 de 2019, a las 3.192 de 2018, a las 3.609 de 2017 y a las 3.599 de 2016.

Es decir, en cinco años, 16.298 toneladas de residuos de plaguicidas han quedado tiradas de forma ilegal en nadie sabe dónde: vertederos, cunetas, ríos, montes…

Parecen muchas toneladas en muy poco tiempo para que SIGFITO los interprete como un éxito.

Puedes ver las memorias de SIGFITO de los últimos años aquí.

Muchos de estos envases son residuos peligrosos

Recordemos que los envases que han contenido productos peligrosos (la gran mayoría en el caso de los plaguicidas) se convierten tras su uso en residuos peligrosos. Es decir, son residuos abandonados sin control que impactan gravemente a los ecosistemas circundantes, a su fauna, flora y por supuesto, a nuestra salud.

Nada es gratuito y lo que tiramos al planeta, nos vuelve, como estamos aprendiendo gracias a la crisis climática.

Responsabilidad desaparecida

Parece que junto a las miles de toneladas de envases «desaparecidos» también ha desaparecido la responsabilidad de la Administración. El Ministerio de Transición Ecológica mira hacia otro lado e indica que la responsabilidad de estos residuos contaminantes es de las Comunidades Autónomas. Las Comunidades Autónomas callan y como única respuesta el Gobierno prevé ampliar el modelo fracasado de SIGFITO a todo tipo de envases agrarios.

 

Porque sí, esto no es todo. Hay otros «ECOEMBES agrarios» distintos del SIGFITO. Un ejemplo es AEVAE (Asociación Española para la Valorización de Envases). AEVAE, según una respuesta del Ministerio de Transición Ecológica a una serie de preguntas que formuló en 2020 Ecologistas en Acción, gestionó en 2018, 190 toneladas de las 424 de su producción de envases. Es decir, dejó fuera de gestión un vergonzoso 55% del total.

Un suma y sigue a los residuos peligrosos que se liberan sin responsabilidad alguna en nuestro entorno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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